Privilegiados aquellos que sintieron desde muy temprano el llamado del arte, y que dotados por el talento a la pintura, la música o la literatura, se matricularon en alguna facultad de nuestras tantas bellas artes. A diferencia de estos supuestos especímenes extraños, ande como tantos de ustedes — con seguridad la mayoría — el supuesto camino seguro de aquellas las otras virtudes exactas — ingenierías, ciencias administrativas, sociales o de la salud, entre tantas otras — pregonando la seguridad de un futuro impuesto, posiblemente por nuestros padres, y tal vez así allá sido al final de la jornada. Pero ahora que el tiempo y las condiciones lo permiten, reflexionamos sobre el por y para que, de todo lo que hasta aquí hemos hecho, encontrando en mi caso – y supongo en el de muchos de ustedes – un gusto especial por el arte, pero al tratar de acceder a el, para aquellos que como yo, somos neófitos en el tema, sentí que estaba cubierto por un manto intimidante, me encontré con un mundillo de nombres rimbombantes, términos pertenecientes a un idioma diferente y tecnicismos mas allá de mi propio entendimiento.

Y comienzo a sentir que no es que no nos interese el arte, sino que tal vez a ese mundillo, no le interesamos nosotros, los neófitos en el tema. Por eso creamos este blog, para que a quienes apreciamos de manera sencilla una buena pintura, las formas y sensaciones en una escultura, o la tranquilidad que nos transmite una pieza musical, podamos sin temor a no saber, a quedar en ridículo, o a sin mala intención caer en la equivocación de un termino mal usado, un periodo mal referenciado o un artista mal ubicado en su género, tipo o época; compartir anécdotas, comentarios, experiencias de nuestro acceso al arte.

Esa es la invitación, por esto encontraremos aquí con frecuencia semanal, pequeños artículos que poco a poco nos irán introduciendo en este fascinante mundo del arte, buscando conquistar — como muchos otros — un territorio, un espacio personal y provocador que nos permita sentir que este camino supuestamente seguro, ha tenido sentido, que nos ha hecho feliz, y que nos sirva para conocernos y comunicarnos con los demás a través de un entretenido juego — mágico e inconsciente — de historias ocultas y fascinantes anécdotas que una a otra, construyen un mundo en el que quiero sentirme atrapado, el maravilloso mundo del arte, privilegio de todos.

Jóse Montoya.